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El Reino de Dios es el Mensaje de Jesús

Hoy hablaremos de dos aspectos que engloba el mensaje de Jesús y que nosotros como iglesia tenemos la responsabilidad de compartir el mensaje del reino desde estos dos enfoques.

  1. El Reino de Dios en los milagros de Jesús.

  2. El Reino de Dios y el poder.

Parecieran que no tienen nada en común estos dos puntos, pero lo cierto es que tienen más de lo que pudiéramos pensar.

I. El Reino de Dios en los milagros de Jesús. Muchas personas cuando hablan de Jesús lo primero que se les viene a la mente son los milagros de Jesús. Pero debemos de saber distinguir el mensaje en sus milagros, ya que podemos llegar a pensar que Jesús fue solo un milagrero. Es necesario saber que su motivación para sanar no fue el sensacionalismo (la palabra sensacionalismo, creía yo que eran emociones, su significado es: presentar noticias

destacando sus aspectos mas llamativos, aunque sean secundarios, con el fin comercial de provocar asombro o escándalo./tiene una palabra símil que es: amarillismo). ¿Será que pensar solo en los milagros de Jesús y no saber mas de su vida es porque lo vemos sensacionalistamente?.

Algo necesario a saber es el hecho de que Jesús realizó los milagros porque fue movido por Misericordia, algo que la humanidad está perdiendo (Jesús es el humano más humano que ha pisado esta tierra). Hoy en día solo se piensa en uno mismo y en el circulo mas cercano (solo con los que compartimos la mesa), pero Jesús va mas allá, y realiza acciones (sanidades para ser mas específico) a los que viven en un estado de desamparo, aquellos que no tienen cura (no tienen como solucionar su problema). Los milagros no se deben de entender solo como obras de misericordia a modo de ayuda benéfica, porque los milagros de Jesús suscitan esperanza de que la liberación es posible.

A menudo, la fe es la condición exigida para el milagro (Mr. 5:36), y en otras ocasiones, Jesús constata ya la existencia de la fe (Mr. 2:5). Por eso se dice que donde no había fe, Jesús no podía hacer milagros (Lc. 11:29). En el accionar de los milagros, Jesús no hace pompa con ellos, ni utiliza el agradecimiento de las personas para intentar chantajearlos: - La niña de Jairo, Mr. 5:43. - El que nació ciego, Jn 9:11-12. - La mujer con el flujo de sangre, Mr. 5:35. - El sordomudo Mr. 7:36.

Jesús tampoco generó dependencias, es por tal razón que todos nosotros podemos orar por los enfermos, no solo el pastor, los lideres, los que predican y enseñan, sino TODOS, cada uno de nosotros. Siempre tengamos presente los principios de Jesús, porque si los perdemos de vista podemos comenzar a traficar con el dolor de la gente, y nos enorgullecerá el numero de seguidores. Jesús no se dejó atrapar por el brillo y el prestigio que acarreaban sus milagros.

Eduardo Delas dice en su libro “Dios es Jesús de Nazaret”: ‘Para el pueblo de Dios los milagros no eran importantes por lo que tuvieran de sobrenatural, sino por lo que manifestaban acerca de la poderosa acción salvífica de Dios’, ‘Los milagros hablan primeramente de la relación con el reino de Dios’.

Los evangelios para describirlos usan las palabras: - Semeia: Signos, con lo cual se atribuye el acontecimiento a Dios. - Dynameis: Acto de poder. - Erga: Obras, las de Jesús.

Tenemos que ser entendidos, ya que existen dos extremos cuando de milagros se habla. Para muchos la fe se acaba al no ver un milagro. Y en otros que no tienen relación con Dios se excusan diciendo que no es obligatorio un milagro (escondiendo detrás de esta excusa su nula comunión con Dios). Y el reino que anunciamos y llevamos, muchas veces no tiene las bases firmes, la realidad es que para ninguno de los extremos puede haber base sólidas, debemos ser centrales para saber discernir porque en ocasiones si ocurren y en otras no.

Es importante saber que el reino de Dios se reflejó en Jesús también a través de los milagros llenos de misericordia y con un propósito (no solo son ayuda benéfica).

Como iglesia somos llamados a reflejar el reino de Dios, y esto engloba el hacer milagros, por lo tanto debemos buscar la presencia de Dios y la llanura de su Espíritu Santo, ya que sin ellos nuestras oraciones por los enfermos pueden ser mal interpretadas si se recibe o si no se recibe el milagro.

II. El Reino de Dios y el poder. Uno de los aspectos que ha traído mas conflictos entre los hombres es el poder. Para mi, esta palabra llevada a la acción es de las cosas mas destructivas para la convivencia y el establecimiento de la paz en toda sociedad (por pequeña o grande que está sea). Muchas personas plantean su plan de vida desde ahí, y lo quieren ver como principio definitivo e intocable sobre el que sustentan toda su vida.

Jesús se enfrentó con un sistema religioso y político que presentaba un modelo de poder que todos querían seguir, es por eso que tuvo que deshacer ese concepto de poder de la mente de sus seguidores (cosa que no entendemos muy bien aún hoy) para presentar un mensaje del reino sano. Por ejemplo Judas Iscariote vendió a su Maestro ya que no cumplía las expectativas del Mesias que el tenia en su cabeza. De hecho los discípulos no comprendían el porque su Maestro tenia que pasar sufrimiento, la cruz, la muerte y la resurrección. Si vino a establecer el Reino de Dios, su justicia y poder, ¿Como era posible que lo estableciera desde ese contrasentido?. Para un judío esa manera de establecer un reino no entraba en su cabeza, y ¿entrará en la nuestra?. Cuando (en el Evangelio de Marcos 8:27-38) Pedro hace la declaración magistral de quien era Jesús, y hecho seguido, el mismo Maestro les declara lo que le ha de pasar. Pareciera que Pedro no ha dicho nada conscientemente, porque Jesús lo reprende por no entender el establecimiento y la labor que había venido a realizar Jesús.

La visión del establecimiento del reino en Pedro da un tinte de ser muy terrenal, ya que en el versículo 33 le hace ver que la mirada está en las cosas de los hombres. Las personas aparentemente más religiosas estaban enfermas de poder, los fariseos podían ir caminando por las calles y con un bastón golpear a las personas que se atravesaban en su camino (gente que las podía contaminar) y llegar al templo para adorar a Dios, como si nada hubiera pasado en el camino. Aún viendo estas acciones nadie les podía decir algo porque ellos eran los “representantes de Dios” y “los santos” el modelo a seguir en la religión, los que reflejaban la “verdadera religión” los únicos que acercaban a Dios a la gente. Pero lo sorprendente es que cuando Dios se topó con ellos, fueron tan ciegos de Dios para reconocerlo. Ya que en su estructura era primero el servicio hacia ellos como lideres y luego (si quedaba espacio) el servicio a los demás.

Jesús vino a realizar una deconstrucción de tal pensamiento. Estableciendo un modelo de comunidad en el cual se ha de visualizar el reino de Dios desde: La Igualdad fraterna. Toda su existencia giró en torno en el servicio a Dios y a los hombres. Jamás apeló a su posición, o a su formación, ni siquiera reclamó un seguimiento (es más, a sus discípulos les daba la opción de que si no les gustaba su manera de trabajo y palabras, ellos mismos podían irse). Hace unos meses leí que: “La contundencia del ejemplo de Jesús radicó desde una vida disponible, y que nunca actuó desde el poder impositivo, sino desde la ejemplaridad convincente”. Jesús no enseñó a sus discípulos en como ser unos lideres exitosos, sino en como poder ser parte de una comunidad fraterna en la que no hubiera rastro de los primeros.

El modelo que Jesús muestra no lo hace desde el “lo haces porque yo lo digo” sino que Jesús les y nos dice “les di mi ejemplo para que lo sigan. Hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes” (Jn. 13:15. NTV).

Cuando Jesús lava los pies de sus discípulos nos muestra la manera efectiva que ayuda a la gente a establecer un reino de poder, desde el servicio. En Jn. 13:4 nos dice que Jesús se levantó de la cena y se quitó su manto. El signo que se nos da es claro: se desvistió de poder. Vr. 5 Asumió posición y tarea de siervo. Dentro del pensamiento hebreo un maestro no debía de realizar estos roles, porque no correspondían a su posición. La comunidad del reino de Dios establece unos valores y planteamientos muy diferentes a los que la sociedad en cuestión de autoridades de poder nos ha enseñado. Los discípulos y nosotros debemos comprender que la propuesta de Jesús no se ejerce desde el poder que se impone, sino desde el ejemplo que convence. En Mateo 20:25-28 Jesús nos dice que su reino no se establece como el reino que la sociedad tiene en su cabeza. Que el poder no se ejerce de la misma manera que lo hacen los gobiernos, sino que nos especifica que “no será así entre nosotros”, sino desde el servicio.

Conclusión Jesús pide que oremos que venga su Reino. No solo el reino mesiánico, sino el reino que el ha venido a establecer desde su primera venida. “Venga a nosotros tu Reino, Hágase tu voluntad en los cielos como en la tierra”.

Tenemos que hacer preguntas para ver si estamos de acorde con el reino de Dios: En el cielo no hay corrupción, ¿hay corrupción en nuestra sociedad? En el cielo no hay desigualdad, ¿hay desigualdad en nuestro país? En el cielo no hay trata de personas, ¿hay trata de personas en el mundo? En el cielo no hay lucha por el poder y el liderazgo, ¿hay problemas por quién quiere ejercer el poder y el liderazgo entre nosotros?

Al rededor de nosotros hay sufrimiento, enfermedad física, aislamiento (ya sea por la tecnología o por las clases sociales), hay clamor de aquellos que menos tienen, hay enfermedad por el poder. Y ¿que estamos haciendo nosotros para establecer el reino de Dios entre nosotros (como sociedad)? ¿Marcamos una diferencia entre el reino que predicamos y el que el mundo vive? ¿Que vamos a hacer? ¿Cuándo comenzaremos a trabajar para el proyecto del reino de Dios? Esperemos dejar de pensar solo en nosotros, y se nos conmuevan nuestras entrañas al ver la necesidad que los demás tienen de Dios, así como a Jesús se le conmovieron.

Hoy es tiempo de Vivir el reino de Dios y no solo hablar del reino. Ya que si Dios se hizo carne para compartirnos su Reino, es hora de continuar con su proyecto a través de nosotros en nuestro entorno social.


Pastor Yeohshua Martinez - Iglesia Casa del Alfarero, South Bend IN.


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