Soy vulnerable y necesito a mi Padre todos los días.
Este 2020 sin lugar a dudas ha sido uno de los años más difíciles, hemos tenido que reorganizar nuestra vida y valorar lo que no valorábamos y dábamos por hecho.
Para cerrar el ultimo mes del año el primero de Diciembre dimos positivos al Covid-19, y gracias a Dios todos fueron síntomas leves y lo hemos podido sobrellevar en casa. Las primeras semanas no fueron tan difíciles, pero las ultimas 2 hemos batallado con las secuelas del virus. Pero podemos decir que hasta hoy nuestro Dios ha sido fiel.
En los días de cuarentena mientras nos recuperábamos del virus Dios trajo a mi corazón este pasaje en Mateo18:1-6;
“Estando Jesus con sus discípulos, ellos le preguntan quién es mayor?”
Y Jesus pone a un niño como ejemplo, y dice en el versículo 3 “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos.”
Me puso mucho a reflexionar porque Jesús quiso poner a los niños como ejemplo, y meditando en esto, comencé a pensar en las características de los niños, pero encontré una en la que me detuve, y es que los niños son “vulnerables” necesitan de sus padres para ser cuidados y guiados, ellos se saben protegidos y amados y confian en los cuidados de sus padres. Entonces reflexioné y dije, hemos tenido todo bajo control, tenemos seguro nuestro trabajo, y por ende la forma para pagar nuestras cuentas, en cierta manera nuestra salud, nunca creímos que lo que hoy estamos viviendo podría pasar, dábamos por hecho cosas tan simples y sencillas que creíamos no necesitar a Dios, ahora que todo esto ha sido movido, podemos ver que tan vulnerables somos y no nos dábamos cuenta. Hemos vivido creyendo que ahora que somos grandes no necesitamos a Dios para las cosas diarias de la vida, esas cosas que hoy extrañamos y anhelamos poder vivirlas de nuevo.
¿A qué me lleva todo esto? A reconocer que aun en lo mas pequeño necesito a Dios, necesito de su guianza, de su protección, de su cuidado, de su amor, porque soy vulnerable como un niño y hoy lo reconozco; "Soy vulnerable y necesito a mi Padre todos los días."